Del miércoles 31 de mayo al viernes 2 de junio de 2023 en San Pedro Sula (Honduras) se desarrolló la 53 Asamblea General de Alide “La Cumbre de la Banca de Desarrollo de América Latina y el Caribe”, desde la Red Iberoamericana de Garantías REGAR tuvimos presencia en este evento como aliados estratégicos de ALIDE con la participación de nuestra Secretaria General Luz Stella Lozano.
El tema central del evento fue “Desarrollo del potencial intrínseco de América Latina y el Caribe frente al mundo: papel y desafíos de la banca de desarrollo”. Fue un encuentro que abordó exposiciones de destacadas personalidades de la comunidad financiera internacional y latinoamericana, a fin de analizar el potencial de ALC para relacionarse en la economía internacional con las diversas regiones del mundo y atraer inversiones y empresas de clase mundial, movilizando las propias capacidades internas de Honduras y de los capitales de los connacionales provenientes del exterior.
A nivel global, el impacto de las consecuencias de eventos ambientales, sanitarios, económicos y geopolíticos, que han sucedido en estos últimos años, han configurado un ambiente de crisis permanente. De esta manera tenemos un escenario post pandemia donde las presiones inflacionarias y represivas impactan fuertemente al mercado de las pymes.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que las economías avanzadas tan solo crezcan un 1,1% mientras que las economías en desarrollo alrededor del 3,7% para 2023. América Latina y el Caribe (ALC), no se espera que entre en recesión; pero tendrá un magro crecimiento del 1.7%, en 2023, la mitad de lo estimado para el 2022, y un cuarto del 2021. Ello tendrá efectos negativos en los países de ALC y creará escenarios más complicados cuando todavía vienen enfrentando las secuelas del Covid-19. Entonces, nuestras instituciones financieras de desarrollo tienen aquí un primer gran desafío, prestar atención al corto plazo y a contrarrestar el ciclo económico que se está dirigiendo hacia una desaceleración o recesión.
Por otra parte, la economía internacional enfrenta problemas más estructurales, como la creciente inseguridad alimentaria y energética en distintos países, producto del aumento de los precios de los combustibles y alimentos en el corto plazo; el aumento previsible de la demanda y de la población en los próximos años, tensiones geopolíticas de largo alcance, que coadyuvan a mayores conflictos sociales.
En este nuevo escenario, ALC tiene ante sí diversos desafíos. Es una importante fuente de materias primas y productos alimenticios esenciales; geográficamente está ubicado en una zona de influencia geopolítica, pero comercialmente ha venido vinculándose cada vez más a la región asiática; y hoy tiene la oportunidad de refrescar y fortalecer sus relaciones con Europa y América del Norte Canadá y EE.UU –y por ende la oportunidad para atraer inversiones, tecnología y empresas proveedoras regionales. Nuevas industrias de gran potencial van a requerir cada vez más de materiales que se producen o pueden producirse en la región. En esta posición requiere de tecnología e inversiones para mejorar la productividad, construir sistemas alimentarios sostenibles, industrias sustentables, para transitar hacia un modelo de desarrollo sostenible y equitativo donde sus ciudadanos se vean incluidos.
Por lo anterior, las instituciones privadas y públicas de América Latina tenemos el compromiso de seguir desarrollando productos financieros y de garantías que apoyen y acompañen fuertemente a los micro, pequeños, medianos y grandes empresarios, potenciando sus ofertas de valores en un mondo cada vez más competitivo.
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